Es indudable que este crecimiento fue producto de un hambre por la presencia de Dios, el evangelismo, el discipulado, la intercesión y un espíritu de genuina adoración experimentado por las personas que asistían a las reuniones. Además, desde su fundación a la fecha el apoyo de diferentes misioneros ha sido crucial para lo que Dios ha hecho en nuestra congregación.
A principios del año 2004 y después de un gran esfuerzo se logró inaugurar nuestro actual lugar de reunión. Nuestra iglesia ha sido semillero de diversos ministerios e iglesias, que han sido de bendición en nuestra ciudad y en comunidades cercanas.